– Te espero abajo, no te olvides de traer tus medias.
– Ya, mami.
Tres minutos después al ver que G. no bajaba, subí a buscarlo. Nuestro plan era salir a pasear por los alrededores de la casa, como todas las tardes. Un momento que, además, nuestra perra espera con ilusión. Entré a la habitación y me encontré con el foami desarmado. Tenía dos opciones: enojarme o no enojarme; reprender o encontrar una alternativa creativa.
Dije lo obvio mientras procesaba lo que veía:
- ¡Hola! No bajaste.
- No, estoy aquí. Me dijo muy concentrado en terminar de desarmar el foami.
Unos segundos después, suspiró y dijo: ¡ya!

Entonces vi la oportunidad. ¿Quieres clasificar las partes y volver a ordenar? Dudó un momento pero aceptó. Lo único que hice fue separar por tipos las piezas del foami y dejé que él hiciera el resto, que continuara la clasificación, antes de armarlo otra vez.
Varias lecciones me quedaron. Fue una oportunidad de muchos aprendizajes: juntar los iguales por forma pero también por diseño, hablar sobre las formas, aprender a distinguir y nombrar figuras y colores. Pero también una lección de paciencia, creatividad y empatía. Son estos los momentos en que la mente absorbente y laboriosa del niño me maravilla. Ellos son capaces de hacer todo lo que se proponen, buscar respuestas e investigar. Solo necesitan contención y compañía: para eso estamos nosotros.
Cuando un niño toma algo antes de saltar y decirle no, retarlo por el desorden o enojarnos, la opción siempre es preguntarnos ¿qué busca ahí?, ¿que le puedo enseñar?, ¿cómo puedo canalizar su energía? Y eso vale para todo: cuando quiere entrar a la cocina o cruzar la calle (ya les contaré de esto), cuando lo bañamos u ordenamos la ropa, cuando nos vamos de paseo o visitamos a alguien. Todo es una oportunidad para conectar y aprender.
La tarea duró un hora. Quedó cansado por el esfuerzo físico y de concentración. ¡¡Estuvo entretenido una hora!! Lo cual es muchísimo para un niño de dos años, se mantuvo concentrado en su trabajo. Y yo, lo acompañé en silencio. Lo miré, descubrí su sentido de la lógica, analicé con cuidado su motricidad. Y me animé a tomar estas fotos para compartir esta historia de la cual ya han pasado algunos meses.
Hay que recordar siempre que para los niños el juego es trabajo. Si nos invitan a participar es muy importante para ellos y debemos estar abiertos a aprender y a observar para guiar.
Ese día terminó con los dos felices y relajados, dando un paseo cortito para después cenar chocolate en leche con humitas. G. se durmió temprano. Vale decir que lleva meses sin desarmar el foami. Lo cual deja la lección final: hace mucho que lo quería hacer por sí mismo: había visto varias veces cómo lo armo y desarmo para limpiarlo. Me había ayudado pero nunca lo había hecho todo él solo. Si esa tarde le hubiese llamado la atención porque perdíamos el paseo le hubiese generado frustración y hubiera bloqueado su voluntad de aprender. Definitivamente, enojarse no vale la pena.
Gracias por suscribirte, seguirme en redes, compartir, comentar y darle me gusta.
Hola Andrea! Siempre te leo! Gracias por compartir tus experiencias! Quería preguntarte si ese foami es de tu línea de juguetes, y si lo es, qué precio tiene? Está lindo… Dónde puedo encontrar tus juguetes? Yo vivo en Guayaquil.
Gracias!
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Hola Nancy: Gracias por tu mensaje. No, no es de mi línea de juguetes. Lo compré fuera. Solo tengo punto de venta en Quito, para el resto del país hago ventas en línea y envíos a domicilio.
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Hola. Me han recomendado tu blog y me está encantado. He leído esta entrada y me ha resonado enormemente, ya que viví algo parecido, pero mi reacción fue la opuesta (me enfadé U_U) y los resultados fueron los contrarios, claro.
Analicé porqué me alteraba tanto que no bajara a jugar al parque, vi que el problema era mío. Como siempre que un adulto pierde los papeles, es porque algo que está pasando en su interior, algo se le está removiendo y no es capaz de gestionarlo y lo proyecta sobre su peque. Cada día aprendo un poco más, cada día intento comprenderme y sanar un poco más. Blogs como el tuyo ayudan y mucho. Muchas gracias.
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Gracias por pasar por aquí, leer y dejarme tus impresiones. Sí, es como dices la crianza principalmente es un trabajo continuo con una misma. ❤️
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