
Cuando una se inaugura como madre no sabe lo que le espera. Nos damos cuenta muy pronto de que estamos ante un gran desafío: nos inundan las preguntas sin respuesta, las dudas, las angustias y los miedos. Con el pasar de los días, surfeamos los temores uno a uno, tomamos confianza conforme aprendemos lo más básico (cambiar pañales, sacar gases, cantar nanas) y lo más profundo (descifrar nuestras emociones, que criar es una tarea continua, que debemos moldear nuestro carácter). Nada vuelve a ser igual pero todo puede multiplicarse si la vida te entrega un hijo enfermo, con características o necesidades especiales. Sigue leyendo «Calcetines diferentes»