BLW

¿Por qué sin papillas?

happy-1196986_1920BLW, alimentación complementaria libre de papillas, guiada por el bebé o a demanda, se resume en una gran imagen: un bebé feliz, agarrando la comida por sí mismo, con sus manos, sin cucharas. Un bebé que disfruta de la comida.

¿Por qué lo elegí?

Con las papillas aprenden a tragar primero antes que a masticar y de ahí surgen muchos problemas posteriores: se ha comprobado que los niños no quieren comer porque no saben masticar y no saben masticar porque se les ha enseñado a comer papillas, purés y jugos. Los niños que aprenden a masticar primero, tienen más cuidado y no se tragan cosas pequeñas: se las meten a la boca, juegan con ellas pero al ver que no las pueden masticar, las botan. No necesitan dientes para masticar, para eso usan sus encías.

También me convenció saber que el principio es el disfrute de la alimentación. Y eso siempre quise para G. Con Baby Led Weaning, el bebé autoregula la cantidad que va a comer. Igual que con la leche materna, nadie lo obliga a tomar de más. Cada bebé come lo que quiere y lo que quiere es lo que necesita. Eso es difícil de entender para muchas mamás, papás y cuidadores. ¡¿Cómo que los bebés saben lo que necesita comer?! Sí, lo saben. El pediatra español Carlos González, promotor de la crianza con apego, ha sido muy enfático al respecto: los bebés y niños saben lo que necesitan comer, jamás se morirán de hambre. Tan es así que, en general, prefieren alimentos calóricos que les dan mucha energía, los bananos, por ejemplo. El problema es que los adultos a su cuidado pensamos que comen poco, lo cual es cierto solo si está desnutrido. Durante la etapa de alimentación complementaria no puede dejarse de tener en cuenta que el principal alimento de los bebés sigue siendo la leche materna. A partir del año podrán comer incluso un poco menos porque crecen más lento.

BLW permite que toda la familia coma junta. Poco a poco el bebé introduce tal cantidad de alimentos que todos pueden comer lo mismo y no hay que preparar comida especial para el bebé. De hecho, el comer juntos e incorporar a los bebés a las comidas familiares es una de las recomendaciones de BLW.

Otro factor a favor es que las papillas se dan en la boca, por tanto, el ritmo lo impone quien alimenta al bebé. Desde que comenzamos a comer hasta que el cerebro recibe el mensaje de que hay alimento pueden pasar unos 20 minutos. Por eso la comida debe ser pausada, para darle al cerebro el tiempo de saber que el hambre ha sido saciada. Con el BLW, el bebé marca el ritmo y su cerebro tiene tiempo de procesar la información, de saber que está lleno. Sin embargo, como la alimentación es complementaria, siempre es importante darle el pecho antes de darle alimentos, así tendrá paciencia y disfrutará de su comida. Lo que le ofrecemos, en principio, son frutas y verduras, alimentos que consumimos cuando estamos a dieta. Por eso, las tomas de leche son tan importantes porque no se pueden sustituir por una comida. No hay que olvidarlo: la leche materna sigue siendo el alimento más importante, el que le entrega nutrientes y vitaminas, la alimentación es complementaria.

El desarrollo de la motricidad fina que permite BLW no lo supera ningún juguete. De ahí la importancia de que coman con las manos: sienten texturas, giran los alimentos, aprenden a coger con dos dedos (a hacer pinza), aplastan, hacen bolitas. Toman alimentos pequeños como arvejas o resbalosos como el aguacate, aprenden a usar sus manos de muchas formas. La motricidad fina se desarrolla de modo increíble. Con un juguete, la atención puede ser momentánea pero con la comida pueden pasar 30 a 40 minutos disfrutando, aprendiendo, tocando, alimentándose, descubriendo.

¿Cuándo comenzar?

La alimentación complementaria se introduce a partir de los seis meses no antes (entre otras cosas porque la producción de leche materna puede bajar) pero sí puede demorarse un poco más si es que no se ven algunas de las siguientes señales: el bebé se sienta sin apoyo, mantiene la cabeza erguida, saborea cuando ve comida y ha desaparecido el reflejo de extrusión.

Es importante que se siente sin apoyo y se yerga porque es el indicador de que el sistema digestivo del bebé ha madurado lo suficiente. Que muestre interés por la comida o que haga el gesto de saborearla al verla, también es una señal importante. Hay bebés que rechazan los alimentos hasta los 8 o 10 meses. Si no muestra interés, hay que esperar. No se debe forzarlo a comer. El reflejo de extrusión hace que los bebés expulsen lo que tienen en la boca. Es un mecanismo de seguridad por el cual no tragan cuando exploran con su boca. Lo único que no expulsan son los líquidos o la textura de la mama. Es importante que ese reflejo de expulsar haya desaparecido porque podrán tragar. Sin embargo, durante muchos meses los bebés tragarán algo de sus alimentos, otra porción la chuparán y cuando ya no tenga sabor la escupirán y con el resto, jugarán. Es un comportamiento normal. No hay que angustiarse, hay recordar que la alimentación es complementaria. El pediatra de G. me lo recordaba siempre después de cada control mensual: lo más importante es la leche de mamá, es lo que lo hace crecer y engordar.

¿Cómo comenzar?

Mejor iniciar con vegetales antes que con frutas para evitar que se acostumbren a los sabores dulces. Cada alimento se lo ofrece durante tres días seguidos y luego se introduce uno nuevo. Se pueden mantener ambos durante tres días. Poco a poco, el número de alimentos aumenta y con ello la posibilidad de hacer menús variados. Es muy importante que el bebé coma lo mismo que su familia y a las mismas horas: aprenden mirando y así no rechazan lo que se les ofrece. Muchos padres quieren que sus hijos coman sano cuando ellos no tienen una nutrición adecuada, si se comparte la misma comida no habrá resistencias.

Los pedazos deben ser grandes, en forma de palitos para que los puedan agarrar. Lo que les queda en las manos, al principio no se lo comen. Las uvas deben cortarse en medios o cuartos alargados porque pueden tragárselas enteras y se pueden ahogar. Las zanahorias no se deben ofrecer crudas porque pueden atrancarse. Las manzanas mejor si se las sirven en cuartos. En nuestro caso, introduje manzanas cuando aparecieron los dientes de arriba y abajo porque hasta entonces le resultaban muy duras y no las podía mascar.

No hay tamaño ideal de porciones. No hay número de comidas al día. BLW es alimentación a libre demanda, es el bebé el que se autoregula. G. y yo comenzamos con dos comidas al día: desayuno y almuerzo. Al principio, uno prepara más de lo que comen porque, sí, mucha comida queda en el suelo, en la bandeja, en la ropa. Es mejor no estresarse y limpiar al final. Conforme van adquiriendo destreza, menos comida queda fuera de la boca. Conviene ponerles ropa que se pueda manchar, baberos con mangas y una silla para comer que se pueda lavar a manguerazos, es lo más práctico.

¿Qué no pueden comer?

  • Si hay algún antecedente familiar de alergia a algún alimento no se lo debe ofrecer por precaución hasta los 18 meses.
  • Mariscos desde los tres años.
  • Miel a partir de los 24 meses. Antes hay riesgo de botulismo.
  • No pueden comer embutidos, enlatados, alimentos procesados porque tienen conservantes, sal, grasas y azúcares dañinos.
  • Comida superflua (golosinas y procesados de todo tipo).
  • No pueden comer sal ni azúcar ni aceites que no sean de oliva o de coco extravirgen.
  • Lácteos (leche, yogur, queso, mantequilla) se introducen a los 12 meses.
  • Frutos secos para evitar atrancamientos.
  • Piña, kiwi, naranjilla, cítricos y frutos rojos (frutillas, moras, cerezas, etc.) porque son alergénicos, se introducen al año de edad.
  • Clara de huevo, por ser alergénica, a partir del año.
  • Todas las hojas verdes (acelga, nabos, berros, espinacas) y espárragos es mejor esperar al año porque tienen nitratos y son tóxicos para los bebés. Si se consiguen orgánicos, no hay problema.
  • No sopas, no jugos, no papillas. Las sopas son líquidos calientes que les llenan la pancita innecesariamente. Las frutas se convierten en azúcar cuando se las hace jugo. Es mejor la fruta completa.
  • Carne de res, chancho, pavo y pollo pueden desde los siete u ocho meses. Pescado desde los nueve meses.

¿Qué pueden comer desde el inicio?

Verduras, tubérculos, cereales, frutas como: zambo, zapallo, brócoli, zanahoria, pimiento, remolacha, vainitas, berenjena, papa, yuca, verde, maduro, frejol, lenteja, garbanzo, arvejas, amaranto, quinua, arroz, arroz de cebada, avena, sandía, melón, guineo, mango, papaya, uvas, ciruela, claudia, durazno, pera, pitahaya, granadilla, aguacate, tomate. Aceite de oliva o de coco extravirgen. Y agua, siempre al final y en vasito. Se puede usar un vaso tequilero. Al principio se mojan pero poco a poco lo manejan muy bien y les permite desarrollar el reflejo ojo-mano.

¿Qué hay que tomar en cuenta?

Recuerda: se introduce un alimento a la vez. El alimento nuevo se lo debe dar durante tres días seguidos para reconocer si produce alguna alergia. Son señales de alergia: moqueo constante, puntos rojos alrededor de la boca y en los ojos. Las semillas de berenjenas y tomates pueden causar rojeces momentáneas y resequedad alrededor de la boca.

No lo obligues a comer. Los bebés reconocen por un picor inicial cuando un alimento puede desatarles una alergia. Si no quiere algo muy probablemente tenga alergia a ese alimento. Vuelve a ofrecérselo después de unos días. Además, si lo obligas, puedes generar resistencia a la comida.

Es importante que el ambiente sea relajado. Los bebés pueden rechazar un alimento o la comida si lo asocian a conflictos o momentos tensos. Tampoco le ofrezcas premios, castigos o recompensas.

Comer para un bebé es un acto de aprendizaje y requiere concentración. No lo distraigas con juguetes, televisión o música.

Atragantamiento y arcadas

El mayor miedo que se tiene frente al BLW es que se atragante. Pero no se debe confundir atragantamiento con arcada. Los bebés tienen el reflejo de arcada al final de la lengua no como los adultos que lo tenemos en la garganta. Con la arcada, pasan la comida hacia delante, la expulsan con la lengua y no se atragantan. Cuando se atragantan, se ahogan. Ante ese reflejo de arcada no hay que hacer nada. Es más, resulta peligroso si se hace algo. Ante el atragantamiento lo mejor es poner al bebé inclinado hacia abajo y darle varios golpes secos entre los omóplatos para ayudarlo a expulsar. Recuerda: no pongas alimentos dentro de su boca. No lo ayudes porque le puedes llenar de más y se puede atragantar.

¿La familia?

Puede ser un problema cuando no se convencen y solo plantean dudas. Lo mejor es, si se puede y no están al cuidado del bebé, mantenerlos al margen y que vean los hechos y resultados. En nuestro caso, todos han quedado fascinados y le hablan a quien pueden de las ventajas de BLW.

¿Y el pediatra?

Pocos conocen el método. Aún mandan papillas y concentrados. Al mío cuando me preguntó lo que come, le conté del método y se quedó maravillado. No le puso reparos y me alentó a continuar porque G. crecía y subía de peso sin problemas y constató que tenía una motricidad bien desarrollada cuando a los siete meses lo vio comer un durazno con sus propias manos.

Si te animas: ¡Bienvenida! BLW es una hermosa aventura. Te sorprenderás viendo a tu hijo comer por sí mismo, entregarte pepas, semillas o cáscaras, reconocer nuevos alimentos. Te deleitará verlo disfrutar, elegir, saborear, mover sus manos con gran destreza. Y… ¡Buen provecho!

NOTA: Los enlaces contienen videos explicativos.

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1 comentario en “¿Por qué sin papillas?”

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