Cada año, los primeros días de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Yo ya no doy teta, pero la di durante tres años y medio. Di teta caminando, dormida, en filas interminables. Di teta en la piscina, en el mar, en la ducha. Di teta mientras mi hijo intentaba pararse de cabeza, jugueteaba con sus pies, hacía todo tipo de posiciones increíbles. Di teta cuando él descubría algo nuevo, para calmar su llanto o atravesar un miedo. Di teta para alimentar, para consolar, para llamar al sueño. Di teta mientras trabajaba, meditaba, leía, comía. Di teta de tantas maneras, en tantas circunstancias y en todas, mi hijo siempre sonreía. Sigue leyendo «La pelea no es entre nosotras»